¿Alguna vez te has preguntado en qué punto del camino de tu vida estás? ¿En qué lugar? ¿Si estas donde querías estar?
¿Alguna vez os han asaltado las dudas de todo? Me pregunto muchas veces últimamente y mas desde hace unas semanas si estoy en el lugar correcto de mi vida, si estoy donde quería estar…
Hace unas noches contaba vía istagram, comentando una foto de mi padre que sentía nostalgia, que le echaba de menos y es así, fallecido hace mas 17 años, desde entonces lo añoro cada día, unas veces pienso mas en él y otras menos, pero lo cierto es que me gustaría saber cómo habría sido mi vida si él estuviera en ella, ¿cuánto de diferente habría?
Dicen que el camino se hace al andar y que lo vivido se teje al vivir, pero cuando miras atrás y ves las diferentes decisiones que has tomado a lo largo de tu vida, las diferentes bifurcaciones que tomaste en el camino, no puedes por menos en pensar si elegiste bien y escogiste el camino correcto.
Me siento en un mar de dudas, con mil cosas que quisiera hacer y otras mil que quisiera dejar, pero al mismo tiempo, me siento sin fuerzas para empezar nada, hasta escribir esto me ha costado un mundo, pues llevo intentándolo varias semanas…
La voluntad, la fuerza de voluntad me ha abandonado, mi moral está un poco por los suelos, siento tristeza desde hace un tiempo y no sé por qué ocurre, un medico lo catalogo de depresión, pero yo no creo en la depresión como enfermedad, solo creo que en algunos momentos de nuestra vida hay tiempo en los que estas muy bien y otros en los que no estás tan bien… creo que estoy un poco como el país, en crisis…
Pero mi crisis no es solo económica, ¿sabes lo que es una crisis de fe? Yo sí, pase algún tiempo yendo a la iglesia para discernir mi camino, esa fue una de las bifurcaciones que cogí en mi vida, pase un tiempo allí, entendí la religión, entendí la existencia de la iglesia como institución y sopese mis creencias, crecí como persona, agarre mis cosas y me fui con la música a otra parte, mi vida seguía. Pero no era de mi camino eclesial del que quería hablar, quiero hablar de cómo me siento, ahora, en este mismo momento, y como decía estoy en crisis, creo que la podría llamar crisis de vida.
Yo no recuerdo mi “edad del pavo” que supongo fue mi primer cambio significativo y mi primera posible crisis personal, no lo recuerdo y por ello creo que fue un cambio sencillo, fluido y feliz, supongo que fue ese momento en el que pasaba de ser un chico gordito, bajito e introvertido y me convertí tras un verano en un chico alto, delgado y muy extrovertido, capaz de hablar con cualquier persona de cualquier cosa. Tampoco recuerdo mi transición a la vida adulta como una crisis, para mí esa parte también fue sencilla, me incorpore hace ya siete años a mi profesión que aún conservo, decidí ser más independiente y vivir un poco mas por mi cuenta, no había insatisfacciones, vivía como yo quería y aunque pasaran cosas mejores o peores se podían afrontar sin mayores problemas…
El caso es que no sé cómo he llegado al día de hoy, en el que no me encuentro satisfecho de mi vida, no ha habido un cambio en ella significativo y solo una progresión de hechos, continúe con mi independización yéndome a vivir hace 2 años con mi actual pareja y por la propia progresión de la vida, hace 15 meses y medio tuvimos una niña preciosa. Cambios ha habido, evidentemente, pero creo que no han sido tan bruscos ni tan significativos como para provocar en mí una insatisfacción tal como para llegar a este punto, en el que me siento superado por todo mí alrededor.
Creo que el sentimiento es mutuo, ni yo me siento a gusto con mi vida, ni mi vida se siente a gusto conmigo, de ahí que me sienta en una encrucijada del camino, tengo todas las direcciones por tomar, pero no sé ni cual coger, ni si tendré fuerzas para seguir el camino escogido, me siento sencillamente un espectador de mi mismo que ha puesto la película en pausa y no quiere continuar porque tiene dudas de si le va a gustar el resto de la película.
Me escondo detrás de mi trabajo, de los videojuegos, de las redes sociales y de una reciente descubierta afición, el arte de las fotos y la socialización que ello conlleva al compartirlas con otras personas, me escondo para no afrontar ciertas etapas que debo superar, me escondo detrás de un ordenador para no vivir mi propia vida. yo que siempre he tenido la inquietud de conocer los lugares donde voy, me he pasado tres semanas en Galicia sin apenas salir del cuarto donde dormía, tan solo para ir al “trabajo” y para comprar alguna cosa, yo que siempre me he caracterizado por mi amable personalidad, por mi alegría, me siento triste y huraño, me siento cohibido, me siento como si fuera un gato al que le arrancan las uñas, me siento sin fuerzas y todo me genera dudas, yo que siempre he estado rodeado de amigos, de mi pareja y de gente, encuentro en la soledad mi mejor compañía, ahogando mi tristeza en silencios y pesar en pensamiento en los que mi imaginación, la única que todavía se siente libre y capaz de soñar, imagina los miles de futuros posibles con cambios radicales en mi vida, cambios de rumbo, caminos escogidos y crisis superadas.