Estamos en agosto, 8 meses han pasado desde que comencé en mi nuevo destino, con nuevos compañeros y con nuevas funciones, mayor responsabilidad en todo…
Mi vida ha dado un giro de 180 grados desde que un 12 de abril de hace ya casi 3 años decidí volver a quedar contigo…
Ese día me besaste, ese día me tentaste y ese día no pude más que dejarme arrastrar por lo que mi corazón había sentido por ti desde que te conocí, un sentimiento latente y que por más que me distanciara de ti…siempre que aparecías aporreaba mi pecho con fuerza y me obligaba a acercarme a ti…
Muchas cosas han pasado desde entonces, muchos días durmiendo juntos en camas extrañas, muchos intentos por irnos juntos…y llego un día, después de muchos amándonos apasionadamente, en este mismo mes pero de año diferente que engendramos la perpetuidad de nuestra sangre, nuestro sino no fue otro que estar juntos y no hemos querido por mas complicaciones que haya habido, que mantenernos unidos…
El 18 de mayo de 2010 una pequeña niña llamada Enara nos robo las horas del reloj, las miradas de encendida pasión y los momentos de tranquilidad en el salón… Los cambio por llantos a deshoras, por biberones a las tantas y por sonrisas de tontos en nuestras caras….
Enara arrojo a nosotros el gran misterio de ser padres, el gran reto de educarla y la gran misión de hacerla feliz, una gran responsabilidad que dos irresponsables jóvenes debíamos asumir…
Nos ha costado discusiones, sacrificios y errores, pero a día de hoy puedo decir que no vamos por mal camino, después de todo lo pasado y cumplidos 15 meses de su nacimiento, creo que no me equivoco si digo que es feliz esa niña que tanto amo, que la estamos dando unos valores en los que creemos y que aunque me cueste aceptarlo, soy un padre casi treintañero…
Quiero como siempre, agradecer a quien me acompaña en esta aventura, su amor y su dedicación, su cuidado y su cariño, en los mejores momentos y en los peores y que aunque a veces nos gritemos o discutamos, yo te quiero, te quiero a solas en nuestra habitación y te quiero aquí, delante de todo el que quiera leer esto, cada día me acompañas, este en casa o a 600km, este durmiendo o despierto, trabajando o jugando, da lo mismo, siempre vas conmigo.
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